Vestida de buscona

lunes agosto 3, 2020

“De repente, se habla de un movimiento que empezó para apoyar a las personas sobrevivientes de violencia sexual como un complot vengativo contra los hombres, y digo ¿eh?”

Estaba platicando con un amigo sobre el movimiento Me too* (Yo también) y la credibilidad que tienen hombres y mujeres en la sociedad, le explicaba que cuando un varón opina sobre algún tema, casi nadie cuestiona lo que dice, se da por sentado que es verdad, en cambio cuando una mujer sufre una agresión de cualquier tipo y lo cuenta, inmediatamente se pone en duda su veracidad, se invalida su argumento por medio de ataques relacionados con su apariencia: “iba vestida de buscona”, o con cuestiones biológicas: “está en sus días”, menosprecian su capacidad intelectual: “qué esperabas, es mujer”, se burlan de ella: “está loca”, la insultan: “feminazi” y juzgan: “es tu culpa, por puta.”

Él me contestó: “bueno, sí pero YO NO lo hago.”

En cuanto dijo eso, me desconecté, seguí hablando en automático mientras en mi mente resonaban sus palabras “sí pero YO NO, sí pero YO NO, sí pero YO NO…” Inmediatamente pensé en la etiqueta Not All Men** (No todos los hombres) y solo quería gritar: YES ALL MEN! (¡SÍ TODOS LOS HOMBRES!). Porque todos, en algún momento han abusado de su poder, han dudado de la palabra de una mujer, han dicho “piropos” e incomodado a alguna mujer con la mirada, han denigrado, discriminado y usado a la mujer como objeto sexual, han hecho caso omiso del consentimiento, han presenciado violencia sexual, acoso o actitudes machistas contra mujeres y no han hecho nada, y por lo tanto, han sido cómplices de las atrocidades de otros hombres.

Según datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, de enero a abril del 2019, se han reportado 1,199 feminicidios en México; de acuerdo con el estudio mundial sobre el homicidio de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, el 95% de los homicidas a nivel global son hombres.

Sé que NO todos los hombres son acosadores, violadores, golpeadores, asesinos, pederastas, explotadores sexuales, misóginos, etc., la generalización: “todos los hombres” se refiere al sistema patriarcal que se ha encargado de invisibilizar, menospreciar y someter al “sexo débil” y a quienes no cumplan con el estereotipo establecido.

También sé que SÍ todas las mujeres hemos tenido que aprender a sobrevivir en una sociedad en la que la norma dicta que el varón blanco heterosexual con privilegios es la medida de todas las cosas y por eso, puede hacer lo que le venga en gana… Aunque en realidad, el problema no es quién sí y quién no.

El problema es el sistema autoritario que beneficia a determinados grupos sociales, normaliza y legitima conductas violentas, ofensivas, discriminatorias y forja nuestra forma de ver, entender y relacionarnos con el entorno; el problema es la amnesia social, la negación, no querer aceptar que formamos parte del patriarcado, del machismo y de todo lo que eso conlleva; el problema es el miedo a asumir las consecuencias de nuestros actos, a la deconstrucción y a perder los privilegios.

Por eso cuando los hombres se ofenden con las denuncias del movimiento Me too, la generalización: todos los hombres, y sienten la necesidad de defenderse con: Not All Men pienso, –primero– en lo que dice Tarana Burke: “De repente, se habla de un movimiento que empezó para apoyar a las personas sobrevivientes de violencia sexual como un complot vengativo contra los hombres, y digo ¿eh?” Y, –segundo– en cómo con esas tres palabras logran minimizar la gravedad del problema, desestimar las experiencias de mujeres y niñas, convertir al opresor en oprimido y recuperar el control; no se dan cuenta que esa es una forma de evadir y excusarse de un problema social que ampara y fomenta el sometimiento, así que por eso, les guste o no, todos los hombres están involucrados.

Si no somos capaces de ver más allá de lo evidente, de cuestionar los privilegios, de hablar y romper ese pacto con el patriarcado, seguiremos siendo parte de la opresión y del problema. El cambio requiere un esfuerzo individual que implica abandonar los estereotipos, reconocer la desigualdad de género, deconstruir y reconstruirnos.

___________________

* Me too es un movimiento creado en 2006 por Tarana Burke, activista estadounidense, su objetivo era apoyar a las personas de comunidades marginadas víctimas de violencia sexual. En 2017 el movimiento revivió después de las acusaciones por acoso sexual en contra del productor de cine Harvey Weinstein.

** La etiqueta #NotAllMen surgió en 2014 después de que Elliot Rodger, de Isla Vista, California, asesinara a varias personas y publicara un video y textos con contenido misógino, días después, en Twitter, personas (principalmente varones), compartieron mensajes con la etiqueta #NotAllMen para dejar claro que no todos los hombres son violentos.

Vestida de buscona

Mónica Díaz

“De repente, se habla de un movimiento que empezó para apoyar a las personas sobrevivientes de violencia sexual como un complot vengativo contra los hombres, y digo ¿eh?”

Estaba platicando con un amigo sobre el movimiento Me too* (Yo también) y la credibilidad que tienen hombres y mujeres en la sociedad, le explicaba que cuando un varón opina sobre algún tema, casi nadie cuestiona lo que dice, se da por sentado que es verdad, en cambio cuando una mujer sufre una agresión de cualquier tipo y lo cuenta, inmediatamente se pone en duda su veracidad, se invalida su argumento por medio de ataques relacionados con su apariencia: “iba vestida de buscona”, o con cuestiones biológicas: “está en sus días”, menosprecian su capacidad intelectual: “qué esperabas, es mujer”, se burlan de ella: “está loca”, la insultan: “feminazi” y juzgan: “es tu culpa, por puta.”

Él me contestó: “bueno, sí pero YO NO lo hago.”

En cuanto dijo eso, me desconecté, seguí hablando en automático mientras en mi mente resonaban sus palabras “sí pero YO NO, sí pero YO NO, sí pero YO NO…” Inmediatamente pensé en la etiqueta Not All Men** (No todos los hombres) y solo quería gritar: YES ALL MEN! (¡SÍ TODOS LOS HOMBRES!). Porque todos, en algún momento han abusado de su poder, han dudado de la palabra de una mujer, han dicho “piropos” e incomodado a alguna mujer con la mirada, han denigrado, discriminado y usado a la mujer como objeto sexual, han hecho caso omiso del consentimiento, han presenciado violencia sexual, acoso o actitudes machistas contra mujeres y no han hecho nada, y por lo tanto, han sido cómplices de las atrocidades de otros hombres.

Según datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, de enero a abril del 2019, se han reportado 1,199 feminicidios en México; de acuerdo con el estudio mundial sobre el homicidio de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, el 95% de los homicidas a nivel global son hombres.

Sé que NO todos los hombres son acosadores, violadores, golpeadores, asesinos, pederastas, explotadores sexuales, misóginos, etc., la generalización: “todos los hombres” se refiere al sistema patriarcal que se ha encargado de invisibilizar, menospreciar y someter al “sexo débil” y a quienes no cumplan con el estereotipo establecido.

También sé que SÍ todas las mujeres hemos tenido que aprender a sobrevivir en una sociedad en la que la norma dicta que el varón blanco heterosexual con privilegios es la medida de todas las cosas y por eso, puede hacer lo que le venga en gana… Aunque en realidad, el problema no es quién sí y quién no.

El problema es el sistema autoritario que beneficia a determinados grupos sociales, normaliza y legitima conductas violentas, ofensivas, discriminatorias y forja nuestra forma de ver, entender y relacionarnos con el entorno; el problema es la amnesia social, la negación, no querer aceptar que formamos parte del patriarcado, del machismo y de todo lo que eso conlleva; el problema es el miedo a asumir las consecuencias de nuestros actos, a la deconstrucción y a perder los privilegios.

Por eso cuando los hombres se ofenden con las denuncias del movimiento Me too, la generalización: todos los hombres, y sienten la necesidad de defenderse con: Not All Men pienso, –primero– en lo que dice Tarana Burke: “De repente, se habla de un movimiento que empezó para apoyar a las personas sobrevivientes de violencia sexual como un complot vengativo contra los hombres, y digo ¿eh?” Y, –segundo– en cómo con esas tres palabras logran minimizar la gravedad del problema, desestimar las experiencias de mujeres y niñas, convertir al opresor en oprimido y recuperar el control; no se dan cuenta que esa es una forma de evadir y excusarse de un problema social que ampara y fomenta el sometimiento, así que por eso, les guste o no, todos los hombres están involucrados.

Si no somos capaces de ver más allá de lo evidente, de cuestionar los privilegios, de hablar y romper ese pacto con el patriarcado, seguiremos siendo parte de la opresión y del problema. El cambio requiere un esfuerzo individual que implica abandonar los estereotipos, reconocer la desigualdad de género, deconstruir y reconstruirnos.

___________________

* Me too es un movimiento creado en 2006 por Tarana Burke, activista estadounidense, su objetivo era apoyar a las personas de comunidades marginadas víctimas de violencia sexual. En 2017 el movimiento revivió después de las acusaciones por acoso sexual en contra del productor de cine Harvey Weinstein.

** La etiqueta #NotAllMen surgió en 2014 después de que Elliot Rodger, de Isla Vista, California, asesinara a varias personas y publicara un video y textos con contenido misógino, días después, en Twitter, personas (principalmente varones), compartieron mensajes con la etiqueta #NotAllMen para dejar claro que no todos los hombres son violentos.