Es una de las artistas más notables del barroco italiano, su determinación y talento la convirtieron en la pintora más prodigiosa de su tiempo y fue la primera en entrar a la Academia de Bellas Artes de Florencia.

A los 18 años de edad Agostino Tassi, amigo de su padre la violó. En el juicio la torturaron y su examen ginecológico fue humillante, todo esto para comprobar si decía la verdad o estaba mintiendo… Al violador se le dio a elegir su condena: cinco años de trabajos forzados o el exilio, y el hombre quedó libre. Para recuperar el honor de Artemisia, su padre arregló el matrimonio con el pintor Florentino, Pierantonio Stiattessi. 

Artemisia plasmó en sus lienzos a mujeres fuertes, sufridas, heroínas, víctimas, suicidas, guerreras, personajes bíblicos y mitológicos, adoptó una nueva perspectiva: la de una mujer. Tras su muerte en 1654, fue olvidada y sus obras atribuidas a diferentes ‘artistas’ hombres, por supuesto. 

En 1970 el movimiento feminista la rescató, le devolvió la autoría de sus obras y la convirtió en símbolo de lucha contra el patriarcado. 

Después de tantos años, la National Gallery de Londres hará una exposición sobre ella en febrero. 

Ir a artículo