Los derechos sexuales y reproductivos forman parte de los derechos humanos tal y como se estableció en la Conferencia de El Cairo de Naciones Unidas, en 1994.
Claire Cavanah, cofundadora de Babeland, muestra un mundo poco común: el de los productos sexuales dirigidos a hombres. Ella define a Babeland como una sexshop con enfoque positivo; luego de 24 años de antigüedad, la tienda cuenta con una amplia gama de juguetes.
Aquí vas a poder encontrar 9 libros con contenido sexual explícito que han sido censurados a lo largo de la historia.
Sarah Barmak trae a la mesa el trastorno del deseo sexual hipoactivo que afecta a 1 en 10 mujeres, buscando romper la barrera teórica y social de la sexualidad de las mujeres.
Polly nos habla sobre cómo los juguetes sexuales usualmente están diseñados para satisfacer a los hombres, por eso crea su marca de juguetes sexuales que son piezas elegantes que funcionan como joyas para satisfacer a las mujeres.
Andrea Dworkin (1946 – 2005) fue una escritora estadounidense, activista del feminismo radical y crítica abierta de la política sexual. Escribió varios libros, como Woman Hating: A Radical Look at Sexuality (1974) y Our Blood: Prophecies and Discourses on Sexual Politics (1976), junto con estudios de pornografía son uno de las principales armas que los hombres tienen para controlar a las mujeres. En colaboración con la abogada feminista Catharine A. MacKinnon escribieron sobre Pornografía y derechos civiles: un nuevo día para la igualdad de las mujeres (1988), hicieron una ordenanza que definía la pornografía como una forma de discriminación sexual y permitía a las víctimas demandar a los fabricantes y distribuidores de pornografía.